Bueno, el titular no es del todo cierto, lo he puesto un poco para dármelas de guay. Es cierto que me gusta el rap español pero con muchos matices. Me gusta Tote King, su hermano Shotta, los Violadores del Verso y me gustó mucho la Mala Rodríguez y Solo los Solo. Ese es mi bagaje. Sé que me pierdo mucho pero también sé que me suda la polla. Con el Tote y Kase O ya voy servido.

Sé que muchos veis el rap, especialmente el español, como algo caricaturesco, como un especie de Hulk Hogan de la música. Os entiendo, yo también lo veía así y era el mayor apóstata de los verdaderos creyentes de la religion del hip hop. Pero en una mala época escuché un disco de Tote King y mira tú por donde no solo me me ayudó a levantar un poco la cabeza sino que me sacó alguna sonrisa. Luego escuché a Kase O y se me borraron las sonrisas pero se me afilaron los colmillos.

Sí, lo sé, leéis nombres como Tote King y Kase O y pensáis “vaya flipaos”. Es verdad, es mucho más humilde llamarse La Oreja de Van Gogh o Imagine Dragons. No os quedéis en el nombre y la fanfarronería por favor. Tan chulo es el Tote cuando canta “yo soy lo que buscaba el profesor de Whiplash” como humilde cuando rapea “me piden una foto y tiemblo más que el que la echa”. Podría seguir transcribiendo canciones pero vamos a acabar antes si escucháis el disco Un tipo cualquiera de Tote King y si eso luego hablamos. Se me está viendo mucho el plumero ¿no? Se nota que mi favorito es el Tote pero es que un tipo que es capaz de meter la frase “me gusta Clyde Drexler en los Portland Trail Blazers” en una canción y que quede bien merece todo mi respeto.

En fin, no pretendo convencer a nadie, podéis seguir escuchando a Daddy Yankee, Café Quijano o Luis Cobos. Allá vosotros, vuestros tímpanos y vuestro mundo interior.

Que quede claro. Mi rollo es el rock pero me mola el rap español.